martes, 12 de febrero de 2013

Una pequeña reflexión

Recuerdo cuando nació mi bebé, el día más feliz de mi vida a pesar del duro parto que tuve (12 horas y una epidural con poco efecto).
Pero ese día todo cambió para siempre mis necesidades pasaron a un segundo plano. Pero todo vale la pena por verle la carita cada día a mi niño. Sus sonrisas, sus alegrías..
A donde quiero llegar es que es muy triste que una persona se pierda todo eso por su orgullo o su egoismo (más o menos es lo mismo).
Es duro al principio estar sola, aunque tenga amig@s y familiares alrededor notas que te falta algo. Pero luego te das cuenta que es al revés, a la otra persona le falta mucho.. Cuando tienes un hijo tu vida sin él no tiene ya sentido, así que no entiendo como el otro progenitor pueda hacer su vida como si nada.
Espero que un día se de cuenta y sino, qué vida más triste la suya...

1 comentario:

  1. Hola,

    Que palabras mas bonitas y mas ciertas corazón.... cuando eres madre, todo pasa a un segundo plano, nada de importa mas que él o ella y darías tu vida por esa personita....no sufras pues es el "padre" entre comillas quién se esta perdiendo lo mejor, disfruta cada dia de el porque crecen muy rápido...y animo.

    Un besazo

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